07 noviembre 2005

El regreso del murciélago


No sólo me estoy recuperando de mi letargo cinéfilo en la oscuridad de las salas, sino que también he buscado en las polvorientas estanterias del videoclub títulos que por diferentes razones había dejado pasar en su estreno en cines.
El jueves tocó sesión d'auteur con "El regreso" de Andrey Zvyagintsev, León de Oro en la edición del 2003 del Festival de Venecia.
Una película de excelente factura, con una apabullante fotografía de Mikhail Kritchman (seguro que los americanos no tardarán en ficharle). A través del viaje de dos hermanos con un padre al que no veían desde hacía diez años,
el director analiza las relaciones paterno-filiales con una mirada cercana, aunque a mi gusto, demasiado gélida, como los bosques y lagos del norte de Rusia (donde se desarrolla la acción).
Y el viernes me encontré con una agradable sorpresa: "Batman begins". Por fín el hombre murciélago vuelve a recuperar cierta dignidad (tras las dos últimas y nefastas entregas dirigidas por el irregular Joel Schumacher). Una portentosa primera hora que se va desinflando hacia el final, pero que está muy por encima de la media de ese cine mal
llamado de "palomitas" (y es que ya se le puede llamar cine de nachos, nachos con queso, hasta de perritos calientes...¡!). Se nota la mano de Nolan (excelente director de películas como "Memento" o "Insomnio"), además de contar con uno de los mejores repartos de los últimos años. Casí me atrevería a decir que posiblemente es, con el permiso del señor Burton y su gótica "Batman Vuelve", la mejor película del hombre-murciélago.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Respecto a El regreso:

No es la mirada del director lo que es frío, es la relación: triangular, incipiente, torpe y complicada, con un padre incapaz y un hijo cargado de la emoción más ardiente: la rabia (has visto el rostro de este chaval?). Solo al final de esta road movie el padre parece salir de su letargo y le da al hijo lo único que sabe o puede darle, y lo más valioso, su propia vida.

Lo que sí es verdad es que este tipo de contención en las más trágicas emociones y la interiorización de sentimientos básicos es más propio de climas noreuropeos, a la par con sus paisajes, su carácter, sus manifestaciones artísticas…el Mediterráneo es diferente

El rincón del sapo dijo...

Puede que tengas razón. Es cierto que la relaciones son frías y distantes entre el padre y los hijos. Pero yo me refiero al punto de vista del director, a su puesta en escena. Hay veces en las que el director se refugia en la estética, y lo único que consigue es alejarnos de los personajes. Y creo que por encima de todo, estamos ante una película de personajes.
Aún así me parece una excelente película, sólo que con otro tipo de puesta en escena (posiblemente más naturalista) para mí hubiera sido mucho más redonda.