Recuperado parcialmente del trepidante fín de semana en Festival de Cine de Alcalá de Henares, saco algunas conclusiones. En lo estrictamente cinematográfico, Alcalá sigue siendo la plataforma del más reciente cortometraje español. Títulos que me llamaron la atención y a los que les auguro un muy buen futuro: "Invulnerable", de Alvaro Pastor (y con su permiso, también de Antonio Naharro), "Sintonía" de Jose Mari Goenaga, "El gran Zambini" de Igor Legarreta y Emilio Pérez y "Ponys" de David Planell. No he podido verlo todo, y seguro que se me escapa algún cortometraje digno de mención, pero estoy convencido que los nombrados darán mucho de que hablar.También Alcalá es un punto de encuentro de la gran mayoría de cortometrajistas que luchamos día a día para sacar adelante nuestras peliculítas. El sábado por la noche pudimos intercambiar información y copas en "Itaca", un pub que la organización del festival puso a nuestra disposición. Fue uno de esos momentos en los que los directores de cortos pierden cualquier credibilidad a causa de intoxicaciones etílicas varias... Dejemoslo ahí.
Ya el domingo a mediodía, volvimos a intercambiar información (y esta vez cambiando las copas por unos estupendos pinchos) en el lunch de un restaurante del centro de Alcalá. Allí estabamos casi todos: directores (Vigalondo, Cobeaga, Alvaro Pastor, ...), actores (el excelente trio interpretativo de "Ponys" y ese "crack" llamado Antonio Naharro), directores de festivales (Emiliano, de Medina del Campo; Sara, de Curt Ficcions), etc...
Ha sido un buen fin de semana, de aquellos que uno tardará en olvidar.
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