
Hace tres años, en el Festival de Gijón, tuve la oportunidad de conocer a un director norteamericano, Jonathan Caouette, que presentaba película en Sección Oficial. Como ocurre en muchos festivales, el director terminó esa noche acompañandonos por los bares de Gijón. Es curioso que antes de que me lo presentaran, ya le conocía a la perfección. Más bien como si llevara toda la vida conociéndole. El motivo: horas antes había visto "Tarnation", su película a concurso. Y es que "Tarnation" no es un filme al uso. Se trata de un documental experimental (llamemosle así) en el que se retrata toda la vida de Caouette, desde la más temprana edad hasta la actualidad. Lo más curioso de todo esto es que el director lleva desde los 10 años grabando su vida en video. Y el material que ha recopilado durante más de 20 años no tiene desperdicio. La película es un gran collage sobre la vida de una familia disfuncional de Texas, encabezada por una madre con problemas de esquizofrenia, unos abuelos acusados de malos tratos, y un hijo gay (Caouette) que intenta huir de este universo de decadencia, primero a través de las drogas, luego la prostitución y finalmente (y gracias a Dios) a través del cine. Ayer la rescaté de nuevo en DVD, y volvió a sorprenderme. "Tarnation" es un ejercicio narcisista, en el que presenciamos el definitivo "more than life". Y es que la vida de este tipo supera la ficción. El apabullante montaje (quizás con excesivo uso de efectitos computerizados de versión barata de Premiere) y su banda sonora, te enganchan y no te sueltan hasta que aparecen los títulos finales. Pero sobre todo es la vida de este chico la que hace de esta película algo fascinante. El filme costó 219 dolares, y Gus Van Sant tras verla en un pase privado, decidió producirla, dándole a Jonathan Caouette la oportunidad de que el mundo contemplara su obra. Mejor dicho, su vida. Aqui os dejo el trailer.
He de reconocer que admiro a Terry Gilliam. Desde sus cortinillas y animaciones para los Monty Phyton, pasando por sus delirios medievales, hasta sus incursiones en Hollywood. Tiene un universo, un mundo que solo es de Gilliam, y de nadie más. Remarco esta última apreciación, porque es ahí donde radica el mayor problema de su última película, "Tideland". Este filme sólo está concebido para la autocomplacencia de Gilliam, sin tener en cuenta en ningún momento al espectador. Es aburrida, se hace eterna, y no existe ninguna estructura dramática. La película se compone de pinceladas de autor (excelentes, por otra parte), pero eso no es suficiente. Gilliam se ha hecho una paja mental (como ya hizo en "Miedo y asco en Las Vegas", quizás el filme más próximo a "Tideland", en estilo y ritmo). Lo peor de todo esto es que en "Tideland", Gilliam tenía todos los ingredientes para realizar su mejor película hasta la fecha. Una revisitación al mundo de Lewis Carroll y su Alicia en el Pais de las Maravillas. Aqui Alicia está representada en una niña de 11 años (el gran descubrimiento de la película, Jodelle Ferland, impresionante...) que se sumerge en un mundo no precisamente maravilloso, sino más bien todo lo contrario. "Tideland" podría haberse convertido en "La noche del cazador" del siglo XXI. Pero desgraciadamente la última paranoia de Terry Gilliam se resume en una frase: Lo que pudo haber sido y no fue.
Una recomendación, que ya podeis alquilar en vuestro video-club más cercano, o comprarla por un módico precio. Una prodigio de narración, una de las mejores películas del año pasado, injustamente maltratada en los Oscars (ni tan siquiera estuvo nominada, cuando es mucho mejor que las cinco que si lo estuvieron). Alfonso Cuarón demuestra un gran talento manejando la cámara y a los actores. Spielberg, rindeté a sus pies.
