Habitualmente el plan de rodaje de una película se establece teniendo en cuenta muchos factores (los decorados, los días y noches, las agendas de los actores, etc...). En nuestro caso estamos ante un gran puzzle, ya que el decorado principal de la película (una tienda en una plaza, con su trastienda, un piso superior y un patio exterior) está localizado hasta en tres lugares diferentes. Esto hace que una parte de la secuencia se ruede esta semana y su continuación dentro de dos o tres semanas. Y en el montaje final todo se verá cómo si fuera realmente un decorado continuo y rodado el mismo día. Los actores y todos los departamentos tienen que tener en cuenta este handicap, y hacer verosímil esta gran diferencia de días y de lugares. Creo que por ahora está saliendo bien, aunque a algún actor le resulte difícil tener claro el elemento espacio/tiempo en su cabeza. Hacer películas es cómo ser el mejor prestidigitador del mundo: hacerle creer al espectador que todo es real, y que nunca averigue donde está el truco.
2 comentarios:
Y que lo digas.
A eso se le llama "ARTE". Con mayúsculas.
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